Disturbios obligan a suspender partido entre Atlético Nacional y Junior
La noche del pasado jueves, el estadio Atanasio Girardot de Medellín se convirtió en escenario de vergonzosos disturbios que empañaron el encuentro entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla, correspondiente a la décima fecha aplazada de la Liga BetPlay. El partido, que marchaba 2-0 a favor del equipo local, fue suspendido debido a violentos enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos en la tribuna occidental.
Atlético Nacional se imponía cómodamente gracias a los goles de Andrés Felipe Román y Marino Hinestroza, quienes adelantaron al equipo verdolaga en el marcador. El segundo gol, anotado al minuto 54, desató una inesperada ola de violencia en las gradas. Hinchas de Junior, visiblemente molestos por el desarrollo del encuentro, comenzaron una riña con seguidores del equipo local. Lo que empezó como un altercado menor rápidamente se transformó en una batalla campal en las gradas, con sillas y objetos volando entre los aficionados.
A pesar de la presencia de la policía y los dispositivos de seguridad dentro del estadio, los disturbios escalaron al punto de que las autoridades no pudieron controlar la situación de inmediato. Los enfrentamientos se tornaron tan intensos que el árbitro del encuentro, Nolberto Ararat, no tuvo otra opción que suspender el partido por falta de garantías de seguridad, una decisión que fue recibida con preocupación y frustración por los aficionados pacíficos presentes en el estadio.
El saldo de la noche fue lamentable: varias personas resultaron heridas, entre ellos algunos hinchas que tuvieron que ser trasladados a centros médicos cercanos. Las imágenes de la violencia rápidamente inundaron las redes sociales, generando indignación y reacciones de rechazo por parte de hinchas de ambos equipos y la comunidad futbolística en general.
Atlético Nacional y Junior de Barranquilla aún no se han pronunciado oficialmente sobre los hechos, pero se espera que tanto los clubes como las autoridades de la Liga BetPlay tomen medidas contundentes para sancionar a los responsables y evitar que episodios similares se repitan en el futuro. La violencia en los estadios sigue siendo un problema grave en el fútbol colombiano, y estos incidentes ponen de manifiesto la necesidad urgente de reforzar la seguridad y promover un ambiente de respeto en los escenarios deportivos del país.
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